domingo, 29 de marzo de 2009

Taranta


Pocas palabras. Palabras que se lleva el viento. Pequeñas tempestades que llegan sin avisar. Tempestades veloces, ágiles y sutiles. Tempestades de palabras.

Despiertas solo, despiertas loco. Cada despertar es una tremenda agonía que salpica aquellos míseros y vacíos recuerdos. Pero... nunca olvidas aquellos verbos, aquella concordancia, aquella coherencia que nunca se dio, nunca olvidas que no hubo palabras. Palabras escritas con un pincel en un lienzo mojado de lágrimas. Palabras que nunca se llevó el viento.

Palabras, viento, mentiras…

Vuelvo a despertar y contemplo una vez más a aquella que dice llamarse... "Soledad".

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