Llegas sin avisar. Sin llamar ni siquiera a la puerta. ¿Quién te envía?
Rodeados de seres queridos te llevas a personas que tienen que hacer mucho en la vida. ¿Pero qué vida? La vida que nos regalan y que nosotros mismos hacemos que lata y se destruya.
Pero, ¿quién te envía?
¿Dios o Diablo? Sólo queda asumir. Invadido en la miseria mas opaca, eclipsados por un dolor acérrimo…Pero sólo nos queda asumir. ¿O no?, ¿qué nos queda? Nos queda tanto y tan poco a la vez que nuestra realidad comienza a distorsionarse. Tal vez, locura transitoria…
O aceptas o estás perdido. No hay elección, no hay medios de discusión, ni capacidad de diálogo. No podemos negociar.
Me gustaría saber ¿quién te envía?
Rodeados de seres queridos te llevas a personas que tienen que hacer mucho en la vida. ¿Pero qué vida? La vida que nos regalan y que nosotros mismos hacemos que lata y se destruya.
Pero, ¿quién te envía?
¿Dios o Diablo? Sólo queda asumir. Invadido en la miseria mas opaca, eclipsados por un dolor acérrimo…Pero sólo nos queda asumir. ¿O no?, ¿qué nos queda? Nos queda tanto y tan poco a la vez que nuestra realidad comienza a distorsionarse. Tal vez, locura transitoria…
O aceptas o estás perdido. No hay elección, no hay medios de discusión, ni capacidad de diálogo. No podemos negociar.
Me gustaría saber ¿quién te envía?
No hay comentarios:
Publicar un comentario