domingo, 15 de marzo de 2009

La caída del fallecimiento


Llegas sin avisar. Sin llamar ni siquiera a la puerta. ¿Quién te envía?

Rodeados de seres queridos te llevas a personas que tienen que hacer mucho en la vida. ¿Pero qué vida? La vida que nos regalan y que nosotros mismos hacemos que lata y se destruya.

Pero, ¿quién te envía?

¿Dios o Diablo? Sólo queda asumir. Invadido en la miseria mas opaca, eclipsados por un dolor acérrimo…Pero sólo nos queda asumir. ¿O no?, ¿qué nos queda? Nos queda tanto y tan poco a la vez que nuestra realidad comienza a distorsionarse. Tal vez, locura transitoria…

O aceptas o estás perdido. No hay elección, no hay medios de discusión, ni capacidad de diálogo. No podemos negociar.

Me gustaría saber ¿quién te envía?

No hay comentarios: