Murmullos en el silencio

No sé si será verdad o mentira, pero hoy siento rabia. Y digo que no sé si es una cosa u otra, porque a veces no tenemos una capacidad de definición exacta de algún tipo de sentimiento que nos ronda por la cabeza, o vaya usted a saber por donde rondan en determinados momentos los sentimientos.

Ser uno mismo es más difícil de lo que pensaba. Ahora me da “penica” el ver que tantos años siendo niño no sirven para construir un futuro apropiado. Y cuando maduras la gente te ve extraño, dicen “ya no eres el mismo de antes”. Perdonen…pero creo que algo he crecido, ¿no?

Da exactamente igual. Siguen pensando que eres aquel niñato que jugaba a ser mayor, y siguen juzgándote por lo que fuiste. Está claro que en aquel momento pudiste ser el rey de la guardería, pero a día de hoy, la guardería debe estar lejos, al no ser que tengas que llevar a tu sobrino, del que espero estar cada día más orgulloso.

Años que pasan “volaos” y pensamientos retrógrados que no desaparecen de esas personas cercanas, que tan liberales siempre fueron. Nunca imaginé esas sonrisas vacías, ni esas lágrimas de cocodrilo, por no decir que nunca imaginé tantas puñaladas en mi espalda.