Colgado y al filo de un abismo se encuentra ese gran rosario. Simbólico e inmenso en ideas lucha contra el infierno. Examinas cada uno de mis movimientos, pero cuando ella está cerca no dejas de contemplar esa libertina dulzura. No es un castigo el que a veces te encuentres contra la pared, sólo una forma de desviar tu atención. Amante en la noche y distante a mí, me deja contemplar su sexo. Erótica exquisita haces que mi cabeza gire. Y tú sigues contra la pared dejándome disfrutar de esa sensualidad… De repente abro los ojos y siento celos del protagonista de mi sueño.
miércoles, 14 de abril de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario